Este sistema divide una luminaria por zonas y le asigna ciertos valores según su impacto ambiental
La contaminación lumínica es un tema que se ha estudiado extensamente respecto a sus graves repercusiones biológicas y ambientales, razón que impulsó la búsqueda de nuevas medidas para mitigar el problema de forma directa. Una de ellas fue la colaboración de la IES con la International Dark-Sky Association (IDA) quienes diseñaron un documento denominado Model Lighting Ordenance (MLO) donde se incluye, entre otros conceptos, el sistema BUG (Backlight – Uplight – Glare) que permite calcular y clasificar con base en datos fotométricos la salida luminosa de las luminarias que originan el resplandor excesivo en el cielo.
Este proyecto comenzó a desarrollarse desde 2005 después que la IES actualizara la clasificación de blindaje para luminarias de carretera y es que la métrica original, que incluía terminología cutoff, solo estaba diseñada exclusivamente para el alumbrado público. Sin embargo, la creciente demanda de control de deslumbramiento y de filtración de la luz extendió estos términos a todo tipo de iluminación exterior.
A continuación se puede apreciar de que manera se divide una luminaria de exterior dentro de esta clasificación respecto a la dirección y flujo de luz, así como los niveles sugeridos para que los equipos no generen iluminación no deseada:
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