¿Sabías que nuestro estado de ánimo está directamente sincronizado con la luz que recibimos? Nuestro estilo de vida cada vez más ajetreado y los desajustes entre las horas del día y la luz que recibimos está dando lugar a un desafío invisible que afecta a nuestra salud y a nuestro bienestar. Nos referimos a la cronodisrupción.
Una sincronización entre las horas del día y el tipo de luz que recibimos que, de no ser correcta, puede acabar afectando a aspectos tan vitales como nuestra psicología o nuestro estado de ánimo o nuestros ritmos circadianos. Ante esto, la comunidad científica y académica ya trabaja en la búsqueda de soluciones.
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