En concreto, son recomendaciones basadas en normativas internacionales para ayudar a economías en vías de desarrollo y emergentes que estén estudiando un cambio normativo en sus legislaciones relacionadas con la iluminación y su eficiencia energética.
A diferencia de otras iniciativas que proponen la elaboración de normas para la transición a la eficiencia energética, estas directrices reguladoras ofrecen un enfoque sencillo, práctico y equilibrado basado en décadas de conocimiento y experiencia de los miembros de la GLA, en los mercados de iluminación de consumo y profesional.
Están diseñadas no solo para impulsar el ahorro de energía, sino también para permitir una aplicación asequible y eficaz en el mercado, protegiendo así a los consumidores y fomentando una competencia leal.
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